
Pocas emisoras y gran calidad de programaciones. El radioteatro con lo novelesco y también con los grandes de la literatura, en adaptaciones de primera. Ser locutor en una emisora de esos tiempos, era un honor y orgullo para su familia. Existía el Director Artístico y las autoridades del gobierno no permitían romper las reglas de la buena educación y evitaban el libertinaje. Nadie decía lo que quería, porque todo se basaba en los libretos que redactaban los productores de programas. Generalmente el dueño de la emisora ponía el visto bueno y que no necesariamente era lo acertado.

Donde la cosa se ha puesto color de hormiga es en la radio. Realmente, dada la cantidad de emisoras, parecen hormigas por lo abundantes. Citaré como ejemplo lo que no nos permite oír radio en nuestro lugar de residencia. No existe una sola emisora en FM que sea de nuestro gusto musical, que propale programas instructivos o de interés general. Abundan las "huayneras" de Cajamarca, Ayacucho y de todo el territorio Patrio. Somos peruanos, pero tenemos otros gustos musicales. Las radio "chichas" nos martirizan con sus locutores similares. No hay buen gusto en las programaciones.
Queremos oír radio "Filarmonía" y en su lugar de sintonía está una "pirata" o legal que no nos deja darnos el gusto. Así lo es en este lugar de Carabayllo, la Urbanización Santa Isabel. Por otro lado, tenemos a las llamadas "evangélicas" que quieren modificar nuestras creencias católicas en base a ritos y actitudes de mal gusto. Por ejemplo, no contentos con invadir las radios, están su misioneros que molestan con sus visitas a casa, a fin de convencernos a nuestra edad. No hay ningún criterio y son moscas que obedecen al macho por que sí. Nadie tampoco los obliga a no hacerlo. Hay respeto.
Nuestra querida profesión se ha venido a menos. Hoy cualquiera utiliza el micrófono y dice lo que le da la gana. Mi Asociación de Locutores del Perú, tiene un reto importante. Existimos todavía viejos y jóvenes elementos con la capacidad de desarrollar la profesión de manera correcta. Lamentablemente hay consorcios que acumulan estaciones de radio y las han convertido en simples tocadiscos. No hay trabajo para el locutor digno y el operador responsable. Esperamos que este gobierno ponga interés y a quien corresponda, haga lo necesario para recuperar la buena imagen de la radio. Gracias.
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