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domingo, 12 de enero de 2014

NUESTRA RADIO Y TELEVISION. SUGERENCIAS PARA QUE LLEGUEN MEJOR Y CUMPLAN SU REAL COMETIDO.

Creamos "COMENTIQUEJAS" como una tribuna de opiniones y destinada a criticar y hacer observaciones a hechos, casos y ejemplos negativos que se oyen o aprecian en la radio y la televisión, a fin de que no se repitan. Modestamente, un aporte de nuestra experiencia y que obtuvimos cuando se cuidaba mucho el buen hablar y el respeto que se merece quien nos oye o ve. Es cuestión de voluntad en corregirse. Que, si algún día se hiciera una encuesta sobre la calidad de nuestra televisión, comparada con otras del mundo, no se nos de el último lugar. Estos son algunos de los casos que advertimos.

TELEVISION INFORMATIVA DE POLICIALES.
Todos los canales, sin excepción, se ocupan en sus diarias transmisiones y a toda hora, de resaltar la crónica roja. Has estado disfrutando de un programa musical y quedas satisfecho de oír lindas melodías, cuando surge el flash informativo. Aparecen las escenas de un trágico accidente con cadáveres expuestos y caras desesperadas de los familiares. El reportero, dama o varón, llega con su micrófono y pregunta al herido si puede decirle "a qué se debió" el incidente sin preocuparle su estado. Indaga a una pobre madre, llorando sobre el cadáver de su hijo, si culpará a la empresa por lo que pasó. Tremenda insensibilidad. NEGATIVO.

MUCHAS LEYENDAS SOBRE LAS IMÁGINES.
Los famosos subtítulos distraen y perturban al televidente. Mientras se va dando la información con entrevistas, diálogos, etc., la imagen en pantalla se ve invadida de "subtítulos" con otro tipo de informaciones que nada tienen que ver con lo que dice el locutor. ¿Cual es el objetivo de esto? Simplemente confundirnos. Hay abuso y ningún criterio por parte del director. También se descuida en señalar, en una larga entrevista, el nombre del personaje invitado y sólo se atina a decir que "fue un placer haberlo tenido en el programa". Otra mas: La información que el reportero da, va para el conductor del programa. ¿Y el público? En estos casos, no interesa. NO HAY CORTESÍA.

GENTE PROFESIONAL DE LAS COMUNICACIONES SIN DICCIÓN. 
Si hay algo que nos da pena es observar la pobre manera de expresarse de quienes deben dar el ejemplo de enseñanza en el hablar. Hay que hacerlo de manera clara y pausada. Debemos tener, quienes estamos en las comunicaciones de radio o televisión, corrección y pulcritud al hablar. Ya no se cuida la calidad de voz. La mayoría de reporteros y comentaristas tienen voces "blancas". Sin matices. Parecen colegiales que hablaran atropellándose y a los que no se entiende, por más que uno ponga atención a lo que dicen. Voces de niños. Esos narradores y comentaristas que dicen, cuando termina un encuentro deportivo sin abrir el marcador, "terminó empatado". Si nadie "empató". ¡BÁRBAROS!

Es irrespetuoso oír un largo comentario de cierto director con privilegios que, con voz aletargada y casi bostezando, desde su casa y con un hablar como para no despertar a su familia, adelanta lo que va a tratar más adelante cuando se haga presente. Un sonsonete que parece el de un "moscón" que fastidia. Con voz grave y casi "eructante". Bueno. Eso es un caso especial que podría corregirse, siempre y cuando este señor, o quien sea, lo haga con la debida corrección. Hay que "pronunciar" bien las palabras. Con dicción, que es la manera como un profesional del micrófono debe expresarse. El público merece respeto. Pareciera que a nadie de la emisora preocupara lo que detallamos. GRAN FALLA.

Esperamos llegar a buen fin. De alguna forma contribuimos a que el nivel profesional de quienes ocupan importantes escenarios de la radio y la televisión y, por qué no, del periodismo escrito, sean realmente los formadores de millones de radio escuchas, televidentes y lectores. Es la manera de evitar que la educación, hoy tan venida a menos, encuentre en estos medios algo de ilustración positiva. Nos apena comentarlo, pero es necesario. Es cierto. A nadie nos agrada nos corrijan, pero, si aplicamos nuestra modesta inteligencia, nos darán la razón. Hay que ser inteligentes y superar esta deficiencias. Seamos maestros y enseñemos. Ojalá que tengamos seguidores y no "opinólogos" que nos cataloguen como cavernarios de las comunicaciones. Gracias.